Declaracion De Fe
La Biblia es nuestra única regla, toda suficiente de fe y conducta. De esta
premisa deriva la siguiente DECLARACIÓN DE FE como fundamento de
nuestro Iglesia. Hechos 2:42; 1 a. de Corintios 1:10; Efesios 4:13.

1. LA INSPIRACIÓN DE LAS ESCRITURAS
La Biblia es la palabra inspirada de Dios; una revelación de él al hombre.
Nuestra regla infalible de fe y conducta, superior a la razón y a la
conciencia. 1a. de Timoteo 3:15 16; 2a. de Pedro 1:21.

2. DIOS
El único y verdadero Dios se ha revelado como el YO SOY que existe
eternamente por sí mismo. Éxodo 3:14. Pero en esta unidad esencial hay
distinción de personas, a saber: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,
Deuteronomio 6:4; Isaías 43:10 11; Mateo 28:19; Marcos 12:29. Dios es
Espíritu Infinito, eterno a inescrutable en su ser, sabiduría, poder,
santidad, justicia, bondad y verdad.

2.1 LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Los términos TRINIDAD Y PERSONAS en relación a la Divinidad son palabras
en armonía con las Sagradas Escrituras en cuanto al ser de Dios, para
distinguirle de muchos dioses y muchos señores. Por lo tanto, podemos
hablar con propiedad del Señor nuestro Dios como de un SEÑOR y como de
una TRINIDAD, y estar completamente de acuerdo con las Escrituras.
Génesis 1:26, 11:7; Isaías 6:8; Mateo 3:16; Lucas 3:21; 2a. de Corintios
13:14.
2.1.1 LA DISTINCIÓN Y LA UNIDAD EN LA TRINIDAD.
Cristo enseñó la distinción de personas en la Divinidad en términos muy
específicos de relación entre ellos como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Mateo
11:25 27; 28:1.9; Juan 14:16 17.
Por esta razón vemos que en el Hijo está constituido el Hijo y no el Padre, y
que el Espíritu Santo constituye en sí el Espíritu Santo y no el Padre ni el
Hijo. Por lo tanto, el Padre es el que engendra, el Hijo es el engendrado y el
Espíritu Santo es el que procede de ambos, es decir, del Padre y del Hijo.
Sin embargo, las tres personas en la Divinidad están en un estado de
unidad. Hay solamente un nombre: EL SEÑOR DIOS TODOPODEROSO.
Zacarías 14:9; Juan 1:18; 15:26; 17:11 26; Apocalipsis 15:3.

2.1.2 IDENTIDAD Y COOPERACIÓN DE LA DIVINIDAD.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, nunca son idénticos como personas, no
se confunden en sus relaciones, no se dividen con respecto a la Divinidad,
ni se oponen a la cooperación. El Hijo está en el Padre y el Padre en el Hijo
en cuanto a sus relaciones. El Hijo está con el Padre y el Padre con el Hijo
en cuanto a compañerismo. El Padre no proviene del Hijo, pero el Hijo sí
proviene del Padre en cuanto a autoridad. En cuanto a relación,
cooperación y autoridad, el Espíritu Santo proviene del Padre y del Hijo. De
aquí que ninguna persona de la Divinidad puede existir a obrar separada o
independiente de las otras. Juan 5:17 30; 8:17 18; 1 a.. de Corintios 12:3 6.

2.2 DIOS PADRE
En la naturaleza espiritual de Dios, existe la persona del Padre. Eterno en
sentido propio y absoluto. Ejemplar, en cuanto a la obra creada. De
adopción, en cuanto al hombre redimido. Mateo 16:27; Lucas 10:22; Juan
1:12; Colosenses 2:9.
Como Padre, sus relaciones son cuádruples. La relación del Padre con el
Hijo es de paternidad; la relación del Hijo con el Padre es filial; la relación
del Padre y del Hijo con el Espíritu Santo es de procedencia y de envío;
la relación del Dios Trino respecto a la creación es de origen, preservación,
providencia y redención. Génesis 1:26; Juan 16:13 15; 17:21; Col. 1:15 20.
El Señor Jesucristo enseñó que las funciones distintivas del Padre no son
operativas en la esencia divina, sino en las relaciones mutuas entre las
personas divinas, por lo cual, el Padre, no es más eterno que el Hijo, el Hijo
no es menos eterno que el Padre, ni ambos son más eternos que el Espíritu
Santo. Ninguno tiene más o menos de la Deidad. Isaías 9:6; Mateo 3:17;
Juan 1:1.

2.3 DIOS HIJO
2.3.1 LA DIVINIDAD DEL SEÑOR JESUCRISTO
El Señor Jesucristo es el eterno Hijo de Dios. Las Escrituras declaran:
a) Su preexistencia, Colosenses 1:16. b) Su nacimiento virginal, Mateo
1:23; Lucas
1:31, 35. c) Su vida inmaculada, Hebreos 7:26; 1 a. de Pedro 2:22. d) Sus
milagros, Hechos 2:22.
e) Su obra sustitutiva en la cruz, la. de Corintios
15:3; 2a. de Corintios 5:21.
f) Su resurrección corporal de entre los muertos, Mateo 28:6; Lucas 24:39;
1 a. de Corintios 15:4.
g) Su exaltación a la diestra de Dios, Hechos 1:9 l; 2:33; Filipenses 2:9 11;
Hebreos 1:3
h) Su segunda venida, Mateo 24:30; Juan 14:2; Hechos 1:11. 2.3.2 EL
SEÑOR JESUCRISTO
El nombre de el Señor Jesucristo es un nombre propio que expresa su
soberanía, misión y exaltación. En el Nuevo Testamento nunca se aplica al
Padre o al Espíritu Santo, pertenece únicamente a Dios Hijo. Romanos 1:1
3,7; Filipenses 2:9 11;
2a. de Juan 3.'
El Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, habiendo purgado nuestros
pecados, se sentó a la diestra de la majestad en lo alto. Los ángeles,
principados y poderes, se sujetaron a él. Y habiendo sido hecho Señor y
Cristo, envió al Espíritu Santo pare que nosotros en el nombre de Jesús
doblemos nuestras rodillas y confesemos que Jesús es el Señor, pare la
gloria de Dios Padre, pasta que venga el fin, cuando el Hijo se sujete al
Padre y Dios sea todo en todos. Mateo 28:18; Hechos 2:32 36; Romanos
14:11; 1 a. de Corintios 15:24 28; Efesios 1:21; Hebreos 1:3; 1 a. de Pedro
3:22.

2.3.3 EMMANUEL
El Señor Jesucristo en cuanto a su naturaleza humane es el único y
propiamente engendrado del Padre. Por lo tanto él es el Hijo del Hombre,
quien por ser Dios, es Emmanuel: Dios con nosotros.
Puesto que el nombre de Emmanuel comprende a Dios y al hombre en una
sola persona, nuestro Señor Jesucristo Lleva el título HIJO DE DIOS, que
describe su propia deidad, y el título HIJO DEL HOMBRE, que describe su
propia humanidad. Por esta razón el título Hijo de Dios pertenece al orden
eterno y el título Hijo del Hombre al orden del tiempo. Mateo 1:23; Juan
3:8; Hebreos 7:3; 1 a. de Juan 4:2, 10; 2a. de Juan 3; Apocalipsis I :13, 17.
Por lo tanto es trasgresión a la doctrina de Cristo decir que Jesucristo
derivó el título Hijo de Dios solamente por el hecho de la encarnación o por
causa de su relación con el plan de redención. Negar que el Padre es un
Padre eterno y real, es una negación de la distinción y relación en el ser de
Dios, una negación del Padre y del Hijo y una trasgresión de la verdad que
Jesucristo es venido en carne. Juan 1: 1 2, 14 ,18, 29, 49; 8:57; Hebreos
12:2; I a. de Juan 2:22 23; 4: 1 5; 2a. de Juan 9.

2.3.4 EL HONOR IGUAL PARA EL HIJO QUE PARA EL PADRE
Puesto que el Padre ha entregado todo el juicio al Hijo, no es solamente el
deber expreso en los cielos y en la tierra doblar las rodillas ante él, sino
también es un Bozo indecible en el Espíritu Santo. Se atribuyen al Hijo
todos los atributos de la Deidad, pare darle la honra y gloria contenidos en
todos los nombres de la Divinidad. (Excepto aquellos que expresan
relación. Véanse los conceptos
sobre la Santísima Trinidad en los párrafos del punto 2.1).

2.4 DIOS ESPÍRITU SANTO
Creemos en el Espíritu Santo como una persona real, por poseer todo
aquello que constituye la personalidad, ya sea física o espiritual: pensar,
sentir y determinar. Hechos 13:2 4, 7; Romanos 8:26; la. de Corintios 2:10
13; 12:1 1; Efesios 4:30.
Creemos que el Espíritu Santo es una persona distinta del Padre y del Hijo,
ya que existen operaciones que lo distinguen de los mismos. Por ejemplo:
el Padre y el Hijo lo envían. Mateo 28:19; Juan 14:16, 26; 15:26; 2a. de
Corintios 13: I3.
Creemos que el Espíritu Santo es una persona divina, a quien las Escrituras
le aplican los atributos de Dios: eternidad, Hebreos 9:14; omnisciencia,
Juan 14:26; 16:12 13; omnipotencia, Lucas 1:35; omnipresencia, Salmo
139:7 10; a quien se le confiere igualdad de majestad y rango, Mateo
12:31; 28:19; Hechos 5:3; 1 a. de Corintios 12:2 6.
3- EL HOMBRE, SU CAÍDA Y REDENCIÓN

3.1 Su origen. El hombre es creación divina a inmediata de Dios, en estado
de inocencia. Génesis 1:26; Salmo 100:3; Hechos 17:24 29.

3.2 Su caída. El hombre voluntariamente pecó, perdiendo así su estado
original. Génesis 3:6 13; Isaías 53:6; Romanos 1:21 32; 3:23.

3.3 Su redención. Su única esperanza de redención está en Jesucristo, el
Hijo de Díos. Lucas 19:10; Juan 3:16; Hechos 4:12.

3.4 Su estado final. V ida eterna o condenación, dependiendo de su
aceptación o rechazo de la oferta de gracia dada por Dios por medio de
Cristo. Daniel 12:2 ; Marcos 16:16; Juan 5:28 29.

4. LA SALVACIÓN DEL HOMBRE

4.1 Es el plan de Dios desde la eternidad. Juan 3:17; la. de Timoteo 2:4; I a.
de Pedro 1:18 20.
4.2 Las condiciones que Dios establece para ser salvos son: el
arrepentimiento de los pecados y la fe en Cristo. Marcos 1:15; Romanos
10:9.
4.3 La evidencia interna de la salvación es el testimonio directo del Espíritu
Santo, Romanos 8:16. La evidencia externa es una vida transformada y
verdaderamente Santa. 2a. de Corintios 5:17; Gálatas 5:16 25; Efesios
4:2224; Tito 2:12; la. de Pedro 1:16.
4.4 Es deber y responsabilidad del creyente conservar su salvación.
Filipenses 2:12; Hebreos 2:1 3.

5. LA SANTIFICACIÓN

La santificación es un estado de gracia al cual entra el creyente al aceptar
a Cristo. Su recepción es inmediata y su desarrollo progresivo.
5.1 Es la voluntad de Dios. I a. de Tesalonicenses 4:3; 1 a. de Pedro 1: I 5.
5.2 Es una necesidad y un deber del creyente. 1 a. de Tesalonicenses 5:23;
la. de Pedro 1:2.
5.3 Es un requisito para ver a Dios. Salmos 24:3 5; Hebreos 12:14; 1 a. de
Pedro I :16.

6. EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO
Creemos que a todos los creyentes se les ha otorgado el privilegio de
recibir el bautismo en el Espíritu Santo, Joel 2:28; Mateo 3:11; Lucas 24:49;
Hechos 1:5; 2:39; con el propósito de investirles de poder y autoridad para
ser testigos por todo el mundo, Hechos 1:8; y capacitarles para desarrollar
una vida fructífera y virtuosa, Juan 16:13; Hechos 6:11.
LA EVIDENCIA INICIAL. Hablar en otras lenguas, según el Espíritu da que se
hable. Hechos 2:4; 10:46; 19:6.

7. LA SANIDAD DIVINA
7.1 Creemos en la sanidad divina física, mental y espiritual por el poder de
Dios y su palabra, en base a la muerte expiatoria de Cristo. Salmo 107:20;
Isaías 53:4 5; 1 a. de Pedro 2:24.
7.2 Es promesa y privilegio para todos los creyentes. Mateo 10:8; Marcos
16:17 18.
7.3 Se recibe por la fe en el Señor Jesucristo. Hechos 4:10; Santiago 5:14
16.

8. LA IGLESIA
La Iglesia es el cuerpo místico de Cristo, la habitación de Dios en el
Espíritu. I a. de Corintios 12:27; Efesios 2:19 22; 5:23.
8.1 Su origen. Cristo fundó la Iglesia durante su ministerio, bautizando a
los primeros creyentes en el Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Mateo
16:18; Hechos 2:1 4, 41.
8.2 Sus componentes. Cada creyente en Cristo, nacido del Espíritu, cuyo
nombre está escrito en el libro de la vida. Juan 3:3; Hebreos 12:23.
8.3 Su ministerio. En un sentido amplio, todo creyente es un ministro, I a.
de Pedro 2:9. Todos los que somos salvos hemos sido llamados para servir,
testificar, interceder y contribuir, 1 a. de Pedro 4:10. Un llamamiento divino
y ministerio escrituralmente ordenados, han sido provistos por el Señor
con diversos propósitos.
8.3.1 La adoración a Dios. Juan 4:23 24.
8.3.2 La evangelización del mundo. Mateo 28:18 20; Marcos 16:15 18.
8.3.3 La edificación del cuerpo de Cristo. Marcos 16:1520; Efesios 4:11, 13;
Hebreos 12:23.
8.3.4 La obra social. Mateo 6:16; 25:35 40; Hechos 9:36; Gálatas 6:5 10.
9. MAYORDOMÍA FINANCIERA

9.1 Reconocemos como un deber y un privilegio de los cristianos, en use de
su libertad y como fieles mayordomos de Cristo, poder contribuir para el
sostenimiento de la obra del Señor con sus ofrendas y primicias, así como
con el pago de sus diezmos.
9.2 Los diezmos deben ser usados para el sostenimiento de los ministros,
no para beneficencia o construir templos. Todos los ministros deben ser
diezmadores, practicando lo que predican. Levítico 27:30; Nehemías 10:38;
Malaquías 3:10; Mateo 23:23; Hechos 8:7.

10. EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA
Es la resurrección de los que hayan muerto en Cristo y su traslación
juntamente con aquellos que hayan quedado hasta la venida del Señor, es
decir su Iglesia fiel.
Es temeridad fijar alguna fecha para la venida del Señor, ya sea en base a
visiones, profecías o análisis personales. Mateo 24:36; Hechos 1:6 7; 2a de
Tesalonicenses 2:1 4.
Así mismo creemos que la Iglesia no pasará por la gran tribulación.
Romanos 8:23; I a. de Corintios 15:52; I á. de Tesalonicenses 4:16 17.

11. LA SEGUNDA VENIDA Y EL REINO MILENIAL DE CRISTO
Como promesa escritural y esperanza del mundo, el milenio tendrá lugar
en la tierra y será en las siguientes fries:
11.1 La revelación de Jesucristo en gloria con sus santos. Jeremías 30:7;
la. de Tesalonicenses 4:13; Judas 14; Apocalipsis 6:12 17.
11.2 La salvación de Israel. Salmo 72:1 8; Isaías 65:19 25; Romanos 11:26.
11.3 El establecimiento del reinado de Cristo sobre todas las naciones, por
mil años. Zacarías 14:3 5; Apocalipsis 19:15 16; 20:3.

12. EL JUICIO FINAL
Habrá un juicio final en el cual los impíos muertos serán resucitados y
juzgados según sus obras.
El diablo y sus ángeles, la bestia, el falso profeta y todo aquél que no sea
hallado en el libro de la vida, serán consignados a la perdición eterna en el
lago que arde con fuego y azufre, esto es la muerte segunda. Mateo 25:46;
Marcos 9:43 48; Apocalipsis 19:20; 20:10 15; 21:8.

13. CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA
Nosotros según sus promesas, esperamos cielos nuevos y tierra nueva, en
los cuales mora la justicia. 2a. de Pedro 3:13; Apocalipsis 21:22.

14. EL BAUTISMO EN AGUA (SACRAMENTO)
Creemos en el bautismo en agua por inmersión en el nombre del Padre, y
del Hijo y del Espíritu Santo, como testimonio de una limpia conciencia,
resultado de haber aceptado a Jesucristo como Salvador personal. Mateo
28:19; Marcos 16:16; Hechos 2:38.
15. LA SANTA CENA DEL SEÑOR (SACRAMENTO)
Creemos que es un Sacramento a ordenanza de nuestro Señor Jesucristo.
Mateo 26:26 28.
15.1 Se utilizan como elementos el pan sin levadura y el vino de la vid,
símbolos que expresan nuestra participación de la naturaleza divina de
nuestro Señor Jesucristo. Juan 6:53 56.
15.2 Es un memorial del sufrimiento y la muerte de Cristo. Lucas 22:19 20.
15.3 Es una profecía de su segunda venida. Por tanto es un medio de
comunión para todos los creyentes hasta que él venga. 1 a. de Corintios
11:24 31; 1 a. de Juan 1:7.
16. DESAPROBACIÓN DE DOCTRINAS ERRÓNEAS
Se desaprueba todo credo herético, por la confusión y división que causa
en el pueblo del Señor. Entre los cuales están los Testigos de Jehová, la Luz
del Mundo, El Mormonismo, El Espiritismo, La Ciencia Cristiana y el
Adventismo, así como todos los credos que se opongan a la sana doctrina.
Gálatas 5:20; Tito 2:1; 3:10; 2a. de Pedro 2:1; 2a. de Juan 10.
Asimismo se desaprueba toda contienda respecto a las comidas.
Aceptamos la enseñanza de la Escritura, advirtiendo en contra de comer
carne de animal ahogado, sangre y lo sacrificado a los ídolos. Hechos
15:20; Romanos 14:1 23; Colosenses 2:14 17.